Deseos, amores, emociones, sentimientos, pensamientos, ilusiones y maravillosos momentos expresados en líneas hechas poemas o cartas, mensajes virtuales manifestando lo que la mente y corazón sienten sin importar tiempo o distancia… así también, mis palabras arman frases únicas y especiales plasmando el sentir de mi alma por la suya, sí, pues por siempre y para siempre mi admirado señor presidente sigue presente en mis pensamientos y secretos deseos.
Cuando hay paz, hay serenidad, hay satisfacción y nuestra vida fluye de una manera inexplicable presentándonos las oportunidades y momentos más deseados en el fondo de nuestro corazón, así culminó mi diciembre del 2020 con un deseo hecho realidad, de nuevo su presencia en mi vida como un regalo de la Navidad traído una vez más por los reyes magos… esperando acortar nuestra distancia, recorrer las sendas del amor, por pasión, sabiendo que valdrá la pena el camino, cada kilómetro.
Mucho se escribe del amor y se intenta que rime, que suene bien, que sepa dulce, que sea apasionado, pero el amor es otra cosa. El amor siempre se canta, se baila, se vibra, se desnuda. Aunque se viva en el vertedero siempre huele a rosas. Aunque se ame con palabras sencillas, siempre son las adecuadas… Aunque no se le escriban poemas, siempre tiene música. Aunque sea un amor desnudo entre dos personas tristes que usarán este amor para encontrar una sonrisa y ver que en realidad se buscaban a ellas mismas… Aunque sea un amor febril entre dos personas bárbaras y encuentren la calma al soltar su rabia.
Él es apasionado, inteligente, enigmático, sexy, alguien capaz de hacerme sentir como si estuviera en las nubes con una simple mirada, una mirada diáfana y alegre, interpretando la belleza de la creación. Cada vez que nuestros ojos se cruzan, me observa como si quisiera devorarme. ¿Y yo? Estoy más que dispuesta a estar para él. El problema es que tiene miedo a despojarse de esa coraza de frialdad, aun así, en estos kilómetros por recorrer se entrega abierta y plenamente. Recorremos la eterna primavera, este hermoso país, nuestra Guatemala, con la devoción de dos amantes donde el fuego se hace amor y contemplan la hermosa creación divina como peregrinos comprometidos que entregan corazón y pensamientos ante paisajes de verdes y azules que forman parte de una historia ancestral donde se guardan los mejores secretos milenarios, mitológicos rodeados de magia con aroma a café y cacao.
Así, en plenitud, somos dos amantes acompañados de hermosos volcanes, aguas cristalinas en tonos turquesa o donde el cielo se pierde con los azules de mares y lagos; nos volvemos tiernos idólatras de la miel del amor, teniendo como testigos estrellas y astros, envueltos en textiles de vivos colores con significado, arrullados en la cuna de la cultura Maya, así somos vencedores del más antiguo enigma… ¡el amor!
El amor es para explorarlo como a nuestros bosques de exuberante belleza del norte y el altiplano, donde recibimos la energía de la madre naturaleza y nos da la oportunidad de encontrarnos, de revivir el amor perdido y mantener viva la curiosidad de dos seres decididos a enamorarse cada día y cuidar de ese amor, como de cada uno de los kilómetros que conforman este hermoso territorio.
El romance florece cuando nos damos cuenta y aceptamos que los hombres y las mujeres tenemos muy diferentes necesidades físicas. Una relación de pareja es como nuestra diversidad cultural y cada uno debemos tener habilidades de artesano y arte culinario muy especial.